miércoles, 13 de marzo de 2013

Il poverello

Y su nombre, Francisco, como il poverello



Tránsito de San Francisco de Asís
El bosque se ha cerrado, han crecido el olvido y la maleza, un círculo ruinoso determina el espacio sagrado de los Ángeles. Abierto al aire el vientre de la piedra, despojada la cripta de sus flores, el recuerdo no encuentra lo que busca, pues la vida no puede contenerse en el cuenco sin fondo de una tierra amada. El fuego siempre fue bien acogido -acecha crepitando entre los árboles- que envuelta en humo ascienda la memoria de todo lo que fuimos al cielo protector que cobijaba nuestra risa de niños, nuestros juegos, cuando Él pastoreaba nuestras almas.
  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No quiero aguarte la fiesta, pero a mi un papa jesuita que escoge como nombre Francisco me recuerda más a la fábula del lobo con piel de cordero... confiemos en la Providencia.

José María JURADO dijo...

Pienso más, sin embargo, en aquello de ved que os mando como cordero en mitad de los lobos, esto es el Evangelio, tu observación, Esopo.

Aguardemos.

 
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