viernes, 28 de agosto de 2015

Queridos profesores

Queridos profesores,
ya siento el sudor frío en vuestros espinazos y, creedme, no sabéis cuánto lo lamento, ¿dónde está ahora aquella fiesta de fin de curso que prometía la felicidad perpetua? En una taquilla os aguardan, como en una cápsula del tiempo, los últimos folios que dejasteis preparados y ya hace varios días que vuestro sueño, asediado por las pesadillas, ha dejado de ser plácido. Pero no os anticipéis, os quedan aún cuatro días y eso, para los trabajadores de otros gremios, no deja de ser la eternidad. Ánimo y no os angustieis antes de tiempo.
Ya estamos aquí...



1 comentario:

José María JURADO dijo...

No lo quiera Zeus. Un abrazo, Carlos.

 
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