lunes, 26 de octubre de 2020

Pedro y Paco

Yo no sé por qué ni para qué ha ido el Presidente al Vaticano, pero en fin parece que Dios los cría y ellos se juntan.
Está claro que los dos o tres que nos rompemos la camisa, es un decir, por estas cosas, somos esenios o zelotes, o sea guardianes de las esencias hebreo-romanas y estoy convencido de que no tenemos razón (lo que no significa que deje de romperme la camisa, porque son muchos los siglos del Templo y de la Ley, de la nueva y de la antigua).
Pero tampoco está la razón del lado de Pilatos y del Sumo Sacerdote, por la misma razón que lo contrario del liberalismo no es el comunismo ni lo contrario de las ideas reaccionarias pueda ser el populismo parroquial.
Paco cae bien, a mí me ha emocionado escucharlo en Roma -claro que en Roma te emociona hasta el Anticristo
Hay no obstante algo anómalo en esto de tener dos papas, uno, proscrito, en la reserva, y otro ocupando telediarios y portadas de medios a quienes nunca ha interesado ni interesará la Historia Sagrada.
A mí, lo he dicho muchas veces, lo que me parece es que Paco habla muy poco de Jesús de Nazareth para ser su Vicario, pero a lo mejor la culpa es de los medios por los que me llegan filtrados sus mensajes.
Ha publicado dos encíclicas, una sobre el cambio climático y otra que viene a repetir lo que León XIII ya hubiera dicho sobre la explotación obrera en la Rerum Novarum.
¿Y?
Yo había puesto muchas esperanzas en este pontificado a cuyo cónclave primigenio dediqué precisamente un poema en "Una copa de Haendel" (ver imagen), pero ya he cumplido suficientes años y pandemias como para no hacerme ilusiones con nada.
A menudo me dicen que ayuda poco a la causa de la Iglesia o del Cristianismo criticar al papado, jugar a Lutero, y yo también lo creo porque desde que llegó este Papa se puede creer de todo.
Que, y también tienen razón, que no se pueden respetar las opiniones del Papa solo cuando este nos gusta (es decir, que si nos parecía bien JPII o BXVI nos ha de parecer bien Paco) y que, en definitiva, la elección del Espíritu Santo no procede cuestionarla.
Así que mejor guardar silencio, eppuor si muove.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dijo el Roto: "Yo le digo que sí a todo, no sea que me llamen negacionista."

José María JURADO dijo...

No me falta razón...

 
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