{The Wall}
Lo construyeron hace ya tanto
tiempo que nadie recuerda si estamos dentro o fuera, si vivimos a la izquierda
o a la derecha de algo. Se conjetura que pasa por el centro del los cuatro imperios y que esto concede a su estructura cierta resistencia dinámica, las garitas están siempre alineadas a favor de las líneas de
fuerza y de los vientos dominantes. Aunque ignoramos quién o qué habita al otro
lado la mayoría de nosotros trabajamos en las tareas de mantenimiento. La
vigilancia es cosa del ejército. Llegan en helicóptero y nunca bajan de
las torres. La vida no es peor aquí que en otros sectores, los víveres son
suministrados con regularidad y los sábados por la noche abren los bares. A
veces llega algún predicador del bosque, pero no dura mucho entre nosotros: somos
por naturaleza refractarios a las alegorías.
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