Sonrío. Estrecho
manos. Frías, húmedas, fláccidas, huesudas. Los flashes me disparan. Sonrío. Si levanto la
mano el mundo tiembla, pero yo he de obedecer más que ninguno. ¿Por qué me
llaman todos Presidente? No comprendo las órdenes que dicto. No sé qué dicen
mis discursos. Me traen. Me llevan. Pongo cara de póker. Hago escaleras de
color con un puñado de votos. ¿Habrá más cámaras detrás de las cámaras que
graban las cámaras que graban? Sonrío. ¿Soy o no soy? Los flashes me disparan. Me disparan.
lunes, 21 de enero de 2013
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