Para Inés, que no irá al cole mañana porque tiene anginas
Se aleja
como un barco velero
cada mañana
y es su mano en el aire
cuando me dice adiós
el gallardete real
de la inocencia.
El cemento del patio
herido a picotazos
por la lluvia y el tiempo
parece un mapa de la mar
océana
con figuras de monstruos
abisales
y cintas de sargazos
que ella cruza
-pobre barquilla mía-
cada vez más segura.
Desde la verja
la miro navegar
muerto de miedo y de
alegría,
a veces gira la cabeza
porque aún soy su faro.
¿Y qué luz podré dar?
El timbre ha proclamado
¿Y qué luz podré dar?
El timbre ha proclamado
que el mundo –aún- está bien hecho,
pero al final hay una puerta que la engulle
igual que una ballena:
desaparece
y yo me quedo solo
agitando el pañuelo de la melancolía.
Ha empezado la clase,
es mi hora de salida.
pero al final hay una puerta que la engulle
igual que una ballena:
desaparece
y yo me quedo solo
agitando el pañuelo de la melancolía.
Ha empezado la clase,
es mi hora de salida.
Escenas para niños, de Robert Schumann
13 comentarios:
Se podría hablas de poemas o del poema, y este, sin duda, lo es.
Una preciosidad, José María.
Un saludo
Gracias, Alonso.
Bravo. Estupendo poema, sí señor
Muchas gracias, Jesús.
Para mí, un poema es bueno cuando me roza el alma. Y este sin duda lo ha hecho. Felicidades, José María. A partir de ahora, cuente con una seguidora más.
Un saludo.
Gracias, Valme, bienvenida.
Precioso! Y qué suerte tener un padre que te escribe poemas cuando no puedes ir al cole!
Precioso! Qué suerte tener un padre que te escribe poemas cuando no puedes ir al cole!
Muchas gracias, Carmen.
" Desde la verja
la miro navegar
muerto de miedo y de alegría,
a veces gira la cabeza
porque aún soy su faro."
Belleza y verdad. Sencillamente. Por eso tocas así. Y parece fácil...
Muchas gracias, Olga.
No me ha llegado aún tu novela.
Saludos.-
¡Muy bonito! Gracias
Gracias Pedro!!
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