El verano se aleja en un carro de oro.
[Música de violines:
Arrivederci Roma].
Le decimos adiós con las manos vacías
y los dedos manchados de polvo de mariposa.
La memoria transita
la caricia del agua,
el tacto de la luz en las fotografías.
El verano se marcha despacio como un río,
como un barco de vapor,
como un viejo tranvía.
Junto al puesto de flores,
entre las rosas rosas,
me mira la muchacha más dulce de Viena.
Fritz Wunderlich: Wien, nur du allein!
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