“Mi alma quiere tener las claras rectas…”
(Julio M. Mesanza*)
Me admira ver las calles desiertas del verano,
Me admira ver las calles desiertas del verano,
tan claras y tan rectas si la calor agobia
como un fresco de Urbino, Quattrocento italiano,
donde la perspectiva padece agorafobia.
Las largas avenidas despobladas de coches
como un fresco de Urbino, Quattrocento italiano,
donde la perspectiva padece agorafobia.
Las largas avenidas despobladas de coches
aguardan a la tarde, cuando cae la fresca
y descienden las sombras dudosas de la noche
sobre un alucinado Piero della Francesca.
¡Oh ciudad ideal, tan pulcra, tan simétrica,
y descienden las sombras dudosas de la noche
sobre un alucinado Piero della Francesca.
¡Oh ciudad ideal, tan pulcra, tan simétrica,
feliz con sus rotondas y planos sin arrugas,
urbanismo de agosto, prisionero en la tétrica
telaraña vacía de los puntos de fuga
y aprobado en el pleno con la pasión geométrica
urbanismo de agosto, prisionero en la tétrica
telaraña vacía de los puntos de fuga
y aprobado en el pleno con la pasión geométrica
de las cenas con ostras y caviar de beluga!
(* Pérdoname, Julio)
Ciudad Ideal, Piero della Francesca |
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