miércoles, 22 de junio de 2016

Ma petite ballerine

                                     Para Paloma María

Para que tú movieras esta tarde
los brazos como alas de paloma
Edgar Degas pintó en una buhardilla
la muselina rosa de tu falda,
y en las noches glaciales de Moscú
las bandadas de cisnes acudieron
al regazo incendiado de Tchaikovsky.

Para que tú agitaras en el aire
tus diminutas piernas de libélula,
trazó el bastón de Marius Petipa
el paso a dos silente de la nieve
en palacios de inviernos imperiales,
y en un lago de hielo incandescente
moría Anna Paulova cada noche.

Estos son los tratados de armonía.

Pero, ¿cómo explicar este misterio
de seis años y un mes y balbucientes
pasos de ruiseñor sobre las tablas
si no nace la danza del amor
que siente por el cuerpo el cuerpo mismo?

Sal otra vez, pequeña bailarina,
vuelve a arder como el fuego, no te importe
quemar mi corazón, y transfigúrate,
porque hoy eres un cisne y solo un cisne.

Paloma María, junio 2016

Bailarinas, Degas

El lago de los cisnes, Tchaikovsky (Obertura)

2 comentarios:

Jesús Cotta Lobato dijo...

Sublime y conmovedor. Gracias. Feliz verano.

José María JURADO dijo...

Cuánto me quieres, Jesus. Feliz verano.

 
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