jueves, 22 de mayo de 2025

La próxima primavera

 

Sin demérito de los poetas del canon, o la canongía, hay aquí:
más poesía de la que creen los partidarios absolutos de la emoción y los partidarios absolutos de la inteligencia.
Es decir de aquellos que creen que la chispa salta solo por el pedernal que los constituye, a ellos y a sus protegidos.
Refractarios a Rimbaud, refractarios de Mallarmé, sorprende que su discurso emocional lo consideren superior, por ejemplo, a esta sevillana tan sencilla que sin embargo dice lo que Manrique dijera.
Otrosí cabría decir de quienes han hecho del lenguaje su mecano, pero la AI ya los ha desenmascarado.
Poesía no es lo que nosotros afirmamos, sino lo que conmueve y perdura agitando las potencias del alma.
Y el espíritu sopla donde quiere.
Se perderán en el espacio tiempo tantos versos vacíos y aun perdurará en alguna caseta del alma estas seguidillas.
Por huir del folclórico en cuántas catetadas y prejuicios no ha ido a dar nuestra intelligentsia divine.
Hay que juzgar caso por caso, chispa por chispa.
Y todo lo demás son anteojeras.
¿Estoy diciendo yo que esto son La Elegías de Duino?
¡No!
Digo que ahí aquí más verdad y más belleza que la que nos trafican los combinadores de palabras que, por cierto, tampoco han entendido a Rilke.

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