No es que tú también seas turista cuando vas por ahí, es que el turista con el que te cruzas en tu ciudad podrías ser tú.
Nunca sabemos con certeza, qué nos convierte a ojos del vernáculo en guiri o depredador.
Nuestra buena conciencia habla un idioma que no entienden los lugareños.
Las hordas de turistas, ilustrados o no, podrán ser consideradas en conjunto un fenómeno de destrucción masiva, pero de uno en uno, cada turista es o debería ser individualmente tratado como viajero.
Queríamos decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario