Quizá habíamos intercambiado antes algún comentario en su blog, "Fuego con Nieve", pero la primera vez que me atreví a hablar con Antonio en persona -muchas veces lo había visto antes, siempre serio y tenaz en "La Casa del Libro"- fue en la feria del libro de mayo de 2008.
Acababa de publicar su magistral biografía de Cernuda y por la Plaza Nueva nos pasamos Rocío y yo con nuestra Inés, que no había cumplido dos años.Admiré mucho a Antonio porque estaba hecho de literatura y bondad a partes iguales.
Siempre fue generoso conmigo y mis libros viajaron siempre a su calle de la Habana, antes que a ningún otro sitio.
Siempre fue el primero en responder y siempre me incorporó de una forma u otra a sus proyectos.
A mí me impactaba su dominio de la lengua gaélica y su enciclopédico conocimiento de la literatura inglesa, teníamos un Yeats, un Pound, un Keats, un Eliot, un Joyce y hasta un Primo de Rivera en común.
La mayoría de los escritores lo decepcionan a uno cuando es joven porque ninguno habla de poemas ni de libros, sino de chismes y pesares.
Antonio no era así, con él la fiesta no se acababa nunca porque siempre aparecía un nuevo nombre, un nuevo poema en la conversación.
Me dio buenos consejos y gracias a él pude leer en español mi primer Pound, mi primer Yeats.
Su actitud frente a la enfermedad ha sido la de un santo, siempre que cruzábamos un wsp quedaba en la pantalla el rastro verde, fuego con nieve, de la esperanza.
Con el verde fulgor de la isla esmeralda en cuyo infinito Ben Bulben ahora ha ingresado -¡esos poemas antiguos irlandeses valen por un pórtico de la gloria!- lo recordaremos siempre.
En breve volverá a estar con nosotros con su biografía de Cunqueiro y seguirá siempre con sus poemas junto a nosotros.
En su dedicatoria celebraba la vida reciente de nuestra hija, en su muerte ahora celebramos, nunca entenderemos por qué los mejores se van antes al Eire de los cielos, una existencia cumplida, verdadera y buena.
Brille, está brillando para ti, la luz perpetua y su fulgor acompañará a siempre a tu mujer y a todos los que te quisimos.
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