martes, 2 de septiembre de 2008

Historia de dos ciudades

He pasado mi infancia y mi adolescencia
en una de las dos o tres ciudades más
bellas de España. He nacido y vivo en
una de las dos o tres ciudades más bellas
del mundo. ¿Por qué viajo? Quizá porque
el viajero no sólo ansía descubrir nuevas
verdades (beauty is truth, truth beauty,
sollozaba Keats) sino que hay en su Infinito
Viajar (Magris) una desesperada carrera
contra la flecha del tiempo, dos movimientos
contrarios que producen una sensación de
eternidad. Porque el viajero, en tanto que
viaja, no siente nostalgia, o la va sustituyendo
por otras nostalgias tan apretadas una tras
otra como el paisaje en las ventanillas del
tren, en el que todo es estático y extático.
El viaje discurre en sentido contrario al reloj
y va desembocando en felicidades sucesivas,
en el mar de lo nuevo, que no es el morir.
Es el viaje lo que importa, nunca el punto
de partida ni el destino. Sólo viajar. Pero sobre
todo esto ya se ha escrito mucho y se ha
reflexionado muy bien y muy meticulosamente,
no sé a qué vienen ahora estas fáciles
divagaciones, yo creo que sólo quería decir
que Cáceres y Sevilla son dos ciudades preciosas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Se te ha pasado un "los" en lugar de "las dos ciudades".

Sólo apuntarte esa errata.

Y te has pasado, con eso de las más bellas de España, ¿no???????

Anónimo dijo...

Se te ha pasado un "los" en lugar de "las dos ciudades".

Sólo apuntarte esa errata.

Y te has pasado, con eso de las más bellas de España, ¿no???????

Anónimo dijo...

Eso de que el propietario filtre todos los comentarios está muy feo. Limita la libertad de expresión en la red!!!!!!!!!

José María JURADO dijo...

La libertad de expresión no es lo mismo que la urgencia por ver publicado el comentario, esto, además, no es la red sino mi blog, la errata está corregida y no, no me he pasado, quizá me he quedado corto.

 
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