domingo, 15 de febrero de 2009

Oración por M.C.

Yo quería escribir de Triana y de su río, o del sol que ha retornado a sus paisajes, pero hoy ni sé, ni puedo. Porque vivo muy cerca del cauce verdadero del Guadalquivir y hay una Ofelia ahogada, a merced de las corrientes y mareas, que ha pasado, está pasando o pasará bajo mi ventana, abrazada a un carámbano de luna. ¿Es lícito hacer literatura? Hago la señal de la cruz sobre la frente de mi hija y sello las puertas, las ventanas, monto guardia a los pies de la cuna y disparo a los gatos callejeros, a los que deambulan por portales y azoteas, andanadas de sal gorda. Pero están los estanques, las acequias, las presas, los desagües, los colectores, las tuberías, el ojo de los puentes, las algas, los rizomas, el légamo, el anzuelo, el fango, el barco roto, el cañaveral, la carne de pescado, las flores, las flores del agua recogidas sobre el pelo. Sea maldita la lluvia del invierno, el río no es un río cuando hincha el cuerpo de los niños. No baja entre naranjos y olivares, es un mar picado de lágrimas y angustia. Hay un halo de tristeza en la ciudad de la alegría perenne, hay un rostro que se borra bajo el roce inclemente de las corrientes fluviales. ¡Qué larga es la noche de la ausencia, qué largo es el frío sumergido, allá en el río! ¿Es lícito hacer literatura? El flautista de Hamelín ha hecho otra vez sonar su flauta chirriante y se ha cobrado su tributo, pero las ciudades siguen infestadas de ratas nauseabundas. Y las ratas no merecen ni la justicia humana, ni la clemencia divina, ni tan siquiera el odio.
Preciosa M.C. que un mar más grande te recoja, que el mismo mar, que el mismo amor, traiga las olas del consuelo a tu familia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué hermoso texto, qué belleza. Tu columna le coge el pulso a la vida siempre con compromiso y sensibilidad tan de agradecer. Debería aparecer publicada en un periódico nacional. Lo vale, lo merece.
Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

No has hecho literatura, has escrito (y muy bien) de la vida y de la muerte. Y eso no sólo es lícito sino necesario.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Sería muy bonito que su familia pudiera leer este texto. Un abrazo, querido José María. Ah, por cierto, me quedé pensando en lo que decías de cómo el liberalismo sin ciertos valores era difícil de sustentar y creo que tienes toda la razón, aunque entonces no te la diera.

IAgundez dijo...

José María, me uno a tu oración, ojala la encuentren pronto para que esa familia pueda descansar.
Un texto precioso para esta terrible historia que aun no ha terminado. Un beso para tu niña.

 
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