jueves, 11 de junio de 2009
Corpus Christi en Sevilla
Una urdimbre de espigas y de uvas agraces anuncia a los caballeros del Grial, los orfebres han labrado la ciudad toda la noche, han tallado aristas relucientes en las fachadas y bordado cenefas de juncia y de romero en los tapices tendidos para la carne geométrica de Dios. Parsifal, capitán de los seises de Sevilla, baila ante el Arca de la Alianza como el Rey David, masa de plata y levadura de oro: la Custodia de Arfe brilla al sol, pleamar de la luz, cincel de claridades, blancura argéntea del amanecer. Vuelan campanas de la Giralda como cálices locos, como trompas de trigo para el alma famélica y el corazón exangüe. Y yo soy otra vez un niño de Murillo, vestido de Primera Comunión, que recoge en las calles el mendrugo de Pan y la jarra de Vino.
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4 comentarios:
Me encanta.
Saludos.
¡Qué lástima no haber estado esta mañana en el Corpus! Es una entrada preciosa.
Tradiciones al máximo, y Morante con el clavel.
Te echamos de menos, artista.
Gracias a todos.
Javier, Cotta, yo a vosotros, también.
Mañana, viernes, a trabajar otra vez.
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