Dios ha muerto crucificado sobre una teoría de balcones y rejas: fachadas como tapices, calvarios de blanca mampostería, sangre amasada con luz y madera. Aún la epifanía del azahar sobrevuela el coloreado ritmo de las macetas y la trompetería de los azulejos al sol. Pero Dios retorna en el horizonte perlado por las últimas nieves y las primeras irisaciones del fango deshelado. Cuando aparece el Cristo azul en la estepa con la barba hirsuta de los campesinos y la rama florida de un cerezo en la mano, a la hora brumosa del primer lucero y el helado fulgor de las cúpulas eslavas. Jesús pasa del lienzo puro de la cal al icono dorado de los cedros, de la calleja a la taiga, de la agónica saeta al esplendor de la liturgia, los himnos antiguos y las fórmulas precisas:
-Jristós Voskrés.
-Voistinu Voskrés.
(-El Señor ha resucitado.
-Verdaderamente ha resucitado.)
Y es que este año coinciden la Pascua Ortodoxa y la Católica.
Feliz Pascua de Resurrección.
Mykola Pymonenko Pascua ucraniana
Overtura de la Gran Pascua Rusa Nikolai Rimsky Korsakov
domingo, 4 de abril de 2010
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1 comentario:
Hermosas palabras, José María.
Feliz Pascua
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