jueves, 11 de agosto de 2011

Apertura Veneciana

Existe la Apertura Italiana o Giouco Piano, existe la Defensa Siciliana, pero no hay una partida propiamente Veneciana, aunque sí líneas novísimas en el Gambito de Dama e incluso en la Variante Dragón del sistema siciliano.

Sin embargo la Plaza de San Marcos es claramente un tablero de ajedrez, con su alfil, su reloj, sus caballos traídos de Constantinopla tras la cuarta cruzada, como ajedrezados son los muros del Palacio Ducal, frente al mar de los teatros donde Gimferrer instaba a "componer con chalinas un ajedrez verdoso" o quizá pudiéramos recibir, ahítos de erudición, el Mensaje del Tetrarca.

Con sus intrigas geopolíticas, con sus angostos canales, con su permanente muerte salitrosa y su larga máscara turística que hacen de su tránsito una partida de ajedrez con el tiempo y el espacio, habría que inventar la

APERTURA VENECIANA

Desde el cielo ensartado por alfiles,
negra de góndola y de blanca luna,
-campanarios oblicuos, campaniles-
la Plaza es un tablero y la Laguna.

Escenario de lances y celadas,
la conjura se trama muy despacio:
el Orologio rige las jugadas
para matar al Dogo en el palacio.

Los caballos de bronce y los leones
galopan por canales eruditos
espantando a turistas y peones.

Dos reinas y dos reyes: el tetrarca
enrocado en la esquina de granito
aguarda el jaque mate de la Parca.



7 comentarios:

enrique baltanás dijo...

Excelente poema. Enhorabuena.

Al norte de los nortes dijo...

el último verso es genial. Un saludo JM.

José María JURADO dijo...

Gracias, amigos, qué ilusión.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Magnífico e inspirado poema.
Saludos.

José María JURADO dijo...

Gracias, Jos'e Miguel.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Gran poema querido José María. Un saludo.

José María JURADO dijo...

Gracias, Javier.

 
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