lunes, 18 de agosto de 2014

Aquellas lecturas de verano

Mais où sont les neiges d'antan!
François Villon
En la tumbona, haciendo el holgazán
y compartiendo chismes en Facebook,
me mira de reojo Thomas Mann
y toda la familia Buddenbrook.

Me acuerdo de “La Isla del Tesoro”,
no era aún navegable el Internet,
largas noches piratas, viejo loro,
sin smartphone, ni WiFi en el chalet.

O esas siestas de Tour con los amigos:
mientras pedaleaban los atletas
terminábamos “Crimen y Castigo”
y Romeo moría ante Julieta.

Recordad el azul de la piscina,
inundados de luz en cuerpo y karma,
y a la duquesa de Sanseverina,
tan divina, en “La Cartuja de Parma”.

Y las tardes de estío junto al río
leyendo “El Extranjero” de Camus:
la vida absurda y libre el albedrío,
¿quién reparte las cartas en el mus?

Yo no era un indolente, yo era un vago,
aborrecía el tenis y el kayak,
prefería la nieve de Zhivago
y llevar en verano un anorak.

         (Où sont les neiges d'antan!)

Pero ha cambiado el mundo y aun el Rey,
ya nadie lee a orillas de la playa,
azotados por las sombras de Grey
adoramos al dios de las pantallas.


La tierra encantada: Norman Rockwell 1934



3 comentarios:

José María JURADO dijo...

Bueno, Carlos, yo de lo que me quejo en realidad es de mí mismo: me hace perder tanto tiempo el FB que no leo los BB, mucho más entretenidos.

Un abrazo.

Mora Fandos dijo...

Qué fresco, bonito y verdadero. Un abrazo José María.

José María JURADO dijo...

Gracias, José Manuel

 
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