Aber
blühet indes,
bis unsre Früchte beginnen
Pero
floreced mientras hasta que demos fruto*
Hölderlin
Floreced
mientras,
lo mismo que el ciclamen
en la noche más fría del invierno
cuando levanta al cielo sus penachos
y soporta el azote de los
vientos polares
sin temor de la nieve o de la escarcha
que puedan destruirlo.
Floreced
mientras,
en el jardín vacío, colmado de hojarasca,
donde apenas tirita
el latido del bulbo subterráneo
que habrá de tapizar los arriates
con telas de Damasco
y azul de Samarcanda.
Floreced
mientras,
bajo los astros ciegos y el rotar silencioso
de la ingrávida luna
que surca los abismos y los desfiladeros
altiva e implacable
imantando océanos de savia
y raíces de tiempo.
Floreced
mientras, sí,
floreced
mientras,
cuando no se divisa aún la ignota primavera,
cuando el ciclamen yergue su alto periscopio
sobre los corazones verdes de las hojas,
mientras el viento agita
las alas de sus yelmos de pétalos y sedas.
Hasta
que demos fruto.
Ciclamen de Invierno en mi balcón (4 de febrero de 2018) |
*La cita es traducción de Juan Andrés García Román, autor de la Antología
del mismo título “Floreced mientras.
Poesía del romanticismo alemán” publicada por Galaxia Gutenberg en 2017.
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