En temas electorales mejor que la doble vuelta es votar hasta que salga lo que queremos.
Estoy convencido de que si este domingo se volviera a votar en Francia salía otra vez la derechísima.
Los comicios, y más en nuestro tiempo, son un termómetro de los impulsos.
Una cosa es que el tiempo de la historia sea pendular, acción-reacción- y otra que vaya como ahora, a bandazos.
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