A mí lo de Ucrania me suscita infinitas dudas porque no sé por qué no la hicimos miembro de la UE el día del ataque, si de verdad creíamos en ellos y no era un simple dique.
Ahora llega la paz y la cuestión es ¿a qué precio?
-¿Al precio de los soldados y civiles que dejarán de morir?
-¿Al precio de la restricción de la libertad en el espacio europeo y de las futuras muertes de soldados y civiles?
Esto por no hablar de Gaza, otra guerra que se ha detenido bajo el anuncio de deportaciones masivas.
¿Pero de verdad estoy escribiendo de esto en 2025?
¿De verdad, yo que nací, perdonadme, en una Europa y una España en paz?
No doy crédito, pero ahora entiendo mejor la célebre anotación indolente de Kafka: "ha estallado la guerra, por la tarde fui a nadar".
La guerra es un negocio que no se acaba nunca.
2 comentarios:
Nos dicen que esta es una guerra por la democracia, por la soberanía de Europa, por el orden internacional. Pero si fuera cierto, ¿por qué la UE lleva 50 años ignorando la ocupación del 40% de Chipre por Turquía? ¿Por qué nunca se ha animado a los chipriotas a reconquistar su país por las armas, ni se ha sancionado a Turquía, ni se ha organizado una histeria colectiva sobre la 'amenaza otomana' que desde hace años no para de provocar a Grecia con continuas amenazas reclamando las islas del Egeo? La respuesta es simple: porque no encaja en la narrativa que conviene.
El alarmismo anti-ruso es solo otro capítulo del manual de control a través del miedo y la histeria colectiva, como lo fue la pandemia, para que los grandes grupos financieros sigan saqueando impunemente a la inmensa mayoría de la población mientras los buenos ciudadanos salen a aplaudir en el balcón. No se trata de 'detener a Putin antes de que llegue a Berlín', como nos quieren hacer creer. Se trata de generar en la ciudadanía un estado de histeria colectiva, para transferir cantidades inimaginables de dinero público hacia los grandes fondos de inversión que controlan la industria armamentística, los medios de comunicación, las farmeceúticas, etc. etc. El capitalismo ha entrado en una fase en que ya no solo han normalizado la estafa a ciudadanos -algo que vivimos a diario con bancos, aseguradoras y eléctricas- sino a naciones enteras.
Antes era la pandemia, ahora es Rusia, mañana será cualquier otra cosa.
Y mientras tanto, ¿qué ocurre? Algo inaudito: la riqueza de la mayoría es saqueada a una escala nunca vista por una minoría que está siendo estafada sin darse cuenta, víctima del miedo y la histeria colectiva.
Y a cualquiera que se oponga nos llamarán terraplanistas, conspiranoicos, o negacionistas (esta vez, no sé muy bien de qué...)
Tienes mucha razón, acabo de publicar otra nota sobre el tema muy inspirada por ti.
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