Siguen sin hacerse críticas negativas de casi nada en España, pero se ha puesto de moda la crítica ad hominem.
Durante treinta años nadie le ha dicho a fulano o mengano que es un mal escritor.
Fulano o mengano, por lo que sea [modismo homenaje a las juventudes], incurre en una falta.
Ahora a esta persona pillada en falta y con la excusa, a derecha e izquierda, de la mancha moral, se le dice:
Es usted un fascista y su poesía nunca ha servido para nada.
Es decir, no tanto lo de cornudo y apaleado como que aquello que he pensado siempre voy a aprovechar ahora para decírtelo, que tengo equipo que me jalee.
Esto por no hablar de quienes, habiendo cambiado de bando, dicen ahora lo que callaron entonces.
Pero para qué vamos a llora si España es ansí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario