En la primera década de la vida el hombre afortunado conoce la felicidad.
En la segunda década de la vida el hombre afortunado conoce la nostalgia.
En la tercera década de la vida el hombre afortunado conoce la angustia.
A partir de la cuarta década es afortunado el hombre que puede hacer de su vida una variada combinación de felicidad, nostalgia y angustia.
Más allá, nada sabemos, sólo una mínima parte de la humanidad ha sobrevivido para contarlo y no es una muestra fiable. La medicina ha avanzado mucho, pero la reciente mutación de los virus y las ordenanzas de tráfico para la circulación de bicicletas en mi ciudad no me permiten albergar demasiadas ilusiones al respecto.
Parece, no obstante, que para continuar el viaje es necesario el olvido.
Nada nuevo bajo el sol y que el amor nunca falte.
Estas columnas no deberían haber superado nunca los mil caracteres y yo ahora debo pagar por ello:
Mañana cumplo 35 años.
Lasciate ogni speranza voi che entrate.
martes, 14 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Felicidades amigo.
Mañana es hoy.
Un fuerte abrazo.
Pues muchas felicidades para mañana, jovenzuelo. Y de mezzo nada. Otra cosa: no estoy de acuerdo, según mi experiencia, con los conocimientos del hombre en cada década; será que no soy afortunado.
Un abrazo.
P.S. Blogger me pide teclear "mogynat" para validar mi comentario. Que sepas que lo hago porque te tengo aprecio...
Pues este hoy es ya ese mañana que anunciabas ayer. Así pues, muchas felicidades. Ya sabes, que cumplas muchos más, nosotros que los veamos y que los leamos.
Salud y poesía, siempre. Un abrazo.
Felicidades, quien los pillara.
Felicidades. Sólo dos años mayor que Cristo. Y se te ve un poco en la angustia. Déjala para los cincuenta. Un abrazo.
Publicar un comentario