jueves, 17 de septiembre de 2009

España

A Miguel de Unamuno le dolía España, pero ahora a mí me duele un endecasílabo.

Enrique Baltanás se hace eco "nacional" de "La Memoria Frágil", muchas gracias Enrique, muy honrado.

Como se dice en la solapa del libro estos poemas se compusieron entre el 1995 y el 1999. Ya no me acuerdo de quién gobernaba en 1998, pero parece que el soneto gana en actualidad. Por algo es un soneto noventayochista.

Viniéndome del blog de Enrique había pensado en dar aquí mi visión de España, pero antes de que se me forme una Guerra Civil en los comentarios, que es lo que este tema trae, prefiero dejar los enlaces de mi visión poética y seguir con lo de los chinos y tal.

La palabra "España", además de un anfíbraco perfecto, es una palabra preciosa, y por eso los grandes poetas del idioma siempre la han convocado,

Para mí, además, es esto:

http://www.jmjurado.org/?q=node/225

http://www.jmjurado.org/?q=node/223

http://www.jmjurado.org/?q=node/72

http://www.jmjurado.org/?q=node/266

http://www.jmjurado.org/?q=node/255

http://www.jmjurado.org/?q=node/119

http://www.jmjurado.org/?q=node/103

Y ya ustedes piensen lo que quieran, eso sí, no hagan caso a la publicidad maligna que se esconde debajo de los textos...

4 comentarios:

víctor (el gato estepario) dijo...

Jaja.
Buenos textos, sinceramente. No sabría con cuál quedarme. Ciertamente es una tarea imposible plasmar en un soneto todo lo que alberga una tierra y su larga historia.

A pesar de la eventualidad y la pura casualidad de la formación de una nación, reconozco que siempre siento cierta envidia por el cariño que otros forasteros sienten por sus respectivas banderas y sentimientos nacionales.

En mi estancia en islas canarias, cada mañana, en el apartamento de al lado, sus moradores ingleses izaban una bandera de España y otra Inglaterra. La española algo más alta, por aquello de ser la anfitriona.
Todos sabemos del orgullo americano -sin excepción de rangos ni clases sociales- respecto a su "barras y estrellas"

No sé si España ha sentido o llegará a sentir alguna vez un sentimiento parecido. ¿Patriotísmo?

Saludo cordial.

Ángel Ruiz dijo...

Me alegra poder comentar aquí lo que me parece tu soneto sobre España, y no en el blog de Enrique Baltanás, al que no tengo por qué molestar con cosas que a él no le tienen por qué afectar. Sí que te recomiendo que leas su libro sobre los Machado -y sobre todo la parte que dedica a Antonio y Castilla-: ahí entenderás muchas de las cosas que has puesto en tu poema sin ser del todo consciente -creo, y perdón- de lo que ponías.
Si no te gusta lo que diga, basta con que no publiques este comentario, puesto que tienes habilitada esa opción en tu blog; yo no tengo interés en que se publique sino dar mi opinión (informada, espero) de por qué al final no me gusta, cuando en la forma es un soneto interesante e incluso muy interesante; pero la poesía no es sólo forma:
-no sabía que fuera un poema escrito hace años; se explica con ello mucho mejor que seas demasiado deudor en él de una visión de España que no has sabido asimilar: demasiado Machado de 'Campos de Castilla' en el poema (la sombra de Caín, la perfidia, la envidia, los campos iberos): aceptas todo eso sin discusión y eso lastra al poema un montón: España no es un vivero de odio fermentando continuamente: te pasas de tremendismo. Machado cargó la mano (en esto y en el mito de las dos Españas) para resaltar la 'España de la maza' que el suponía que iba a venir: tú no te atreves (menos mal). Tú le haces el caldo gordo asumiendo sus posiciones 'míticas' e insostenibles sólo por dar cuerda a esa imagen a la que le das unos hermosos pases -por seguir con la suerte- de España como toro que embiste, pero que creo que no tiene realidad; en todo caso perpetúa un tópico que a mí, personalmente, me parece muy dañino: las dos Españas enfrentadas del 'estás con unos o con otros'.
Y luego está el tópico de la España levítica: los malos, los cerriles, la oscuridad ("levitan / tenebrosas aéreas catedrales") que seca los campos iberos: puritito Machado pasado por García Márquez.
Un saludo cordial y perdón

Ángel Ruiz.

José María JURADO dijo...

Querido Ángel, tu opinión es muy bienvenida y es muy interesante y argumentada.

Considerándome un español de bien, mi realidad, personal, con o sin Machado, es que me decepciona profundamente mi país, pero no en los aspectos religiosos o políticos, económicos y seculares -te sorprenderías si me conocieras en persona- si no, más bien en la falta de educación, la impertinencia, la grosería, cómo no, la envidia y la falta de estímulo y del valor al trabajo por el trabajo, al trabajo por el rendimiento y al estudio por la inteligencia.

Este desprecio es achacables a izquierdas y derechas y ha determinado que, en general, España sea un país más de individualidades que de proyectos compartidos.

Entre otras cosas es el responsable último de nuestro bajo índice de producción.

Dicho lo cual, mi amor a España, en sus virtudes hondas y profundas, en sus paisajes, en su cultura, en su idioma, es tan profundo como ridículo pueda parecerle a quienes, por lo general, se toman estos temas a chirigota.

Muchas gracias.

Ángel Ruiz dijo...

José María, gracias por lo que dices, aunque no hacía falta.
Yo te señalaba en tu poema referentes que a mí se me han hecho claros con el tiempo; durante años leía Campos de Castilla -que me gusta mucho- convencido de que era una denuncia real; ahora salvo algunos poemas, pero otros de ese libro de Machado son indefendibles en lo que defienden.
Por eso quizá reaccioné tan visceralmente a tu poema, en el que veo reflejos más bien de un estado de opinión generalizado, más que lo que tú puedas pensar sobre estas cuestiones.
Un abrazo y perdón por la paliza

 
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