Mientras mi WEB resucita de entre los muertos recupero para estas fechas tan propicias unas líneas a propósito del estreno de Don Giovanni de Mozart en Praga:
Golpeo la puerta con la aldaba, las hojas vencidas se derrumban por el peso tenebroso del acorde y la escala de ánimas burladas que se apostan en las jambas y el dintel como ronda de violines vengadores. Las paredes rezuman agua negra, hay manchas de antifaces en los muros, máscaras de Bélmez movedizas que murmuran plegarias y me llevan por pasajes angostos y enlodados al umbral de un ruinoso mausoleo alumbrado por tétricos faroles donde la Virgen duerme apuñalada. Las ráfagas de viento mueven bruma, humedad y tejas rotas por el suelo. Arriba nos aguarda el gran blasfemo, el libertino procaz, el casanova y toda su cohorte de canallas. Asciendo por las sombras y la noche y a mi paso cruje la escalera como un galeón desvencijado, como una vieja tramoya de maderas podridas y cuerdas destrenzadas bajo el pie de ultratumba y de granito que es ahora mi sustancia. He venido a cenar, pero voy abrir las puertas del Infierno.
Que se prepare el patio de butacas.
sábado, 31 de octubre de 2009
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