martes, 1 de diciembre de 2009

Lady Di

El otro día fuimos a ver María Estuardo de Federico Schiller, a pesar de los intentos del director, de los actores y de la escenógrafa, que se conjuraron contra la obra como si les fuera la vida en ello, y a pesar de los recortes o censuras líricas sobre la obra original del gran dramático del Sturm und Drang. En fin, a pesar de todos los intentos por destrozarla, es tan grandiosa la intensidad dramática del texto de Schiller que, milagrosamente, como un eco en una montaña pintada por Friedrich, sobrevivía.

Y uno ha hecho lo que ha podido para abrir la baraja. Por Inglaterra... o no.

Actualización de EL LECTOR DE ALMANAQUES

2 comentarios:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Siempre sobrevive, siempre.

Genial.

Las hojas del roble dijo...

La genialidad está por encima de la necedad de los que intentan materializarla, José María.
Un abrazo cordial

 
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