Hoy es el viento. Un aire hosco que golpea la cara y arrastra arbustos, cajas de cartón, contenedores de basura. Sopla a la vez en todas direcciones. No es la trompeta altiva que gobierna las nubes ni el cuerno venatorio del cazador angélico. Es un viento a ras de suelo, un perro cimarrón que aúlla por las calles y revuelve remolinos de inmundicia. Un viento inmune a las veletas cuando el agrio tornillo bascula sin giro bajo el vendaval. Y, sin embargo, todo encuentra al final su lugar en el vertedero, allí donde se bambolea la soga recién cortada y el fardo pesado se pudre en el suelo como fruta madura.
Bajo el olivo el viento.
martes, 23 de febrero de 2010
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2 comentarios:
Bajo el olivo, el viento, y Judas.
Una gran serie de relatos sobre la Cuaresma.
Un abrazo
Y antes de la soga, un agrio cáliz de hiel.
Gracias por removernos.
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