De la cruz de la hembra nace el hombre, desde el vientre descendido hacia la luz. Como fruta madura se desprende- travesaños de fuerza las piernas de la madre- por la llaga que alumbra las sombras con la vida. Si el niño entre pañales está abajo, acunado por flores, por incienso, por el viento animal y las palmas de luz ¿qué haces, mujer, mirando hacia lo alto, a esa carne colgada del vacío, vuelta otra vez arriba, mecida por paños de pureza y jirones de lienzo desgarrados del cielo?
Algo ha mutado el orden natural de las cosas.
Hijo mío, ¿por qué me has abandonado?
miércoles, 10 de marzo de 2010
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5 comentarios:
Muy triste... y muy real, por desgracia... y muy bello.
Eloim, Eloim, gracias por tus hallazgos. Casi diría que esto tiene demasiada calidad para un blog, por más que sea incorrecto.
Coincido con anónimo, es para un libro.
Un abrazo
La Quinta Angustia. El Misterio perfecto. Un paso dorado en bronce en Barcelona (este año restaurado).
El cuerpo que desciende de la cruz que ha expiado todos los pecados del Mundo y de la Historia se mece desde la Magdalena hasta la Catedral con un aire dulce, señorial.
¡Qué difícil debe ser para una madre mirar ese cuerpo muerto!
José Miguel, tan triste como el Stabat Mater de Pergolesi-
Anónimo, el soporte es lo de menos.
Ramón, gracias.
Lorenzo, claro, la Quinta Angustia, pero también la virgen sola a los pies de la Cruz.
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