martes, 16 de marzo de 2010

Cuaresma (día 27)

Inspiras. Como por un gran cañón el aire sopla. Te insufla los pulmones. Te levanta. Zarandea tus tejidos arriados. Huracán de la sangre en torrentera por la carne fruncida y la arteria violada. Sobre el palo sin sombra del que cuelgas, vela de un barco en el vacío, te encumbras como un arco de músculos y nubes por la tarde de luces excesivas, entre el ser y el no ser de un puente mágico. El sol ciega tus ojos. El viento de la vida te ha tensado. Parturienta que aúlla en el silencio cósmico, pariéndose a sí misma y a sí misma matándose. Gritas y una flecha se dispara. Expiras.

Todo se ha consumado.

(Correspondiente al lunes 15 de marzo)

No hay comentarios:

 
/* Use this with templates/template-twocol.html */