Cuaresma (día 29)

Miras al cielo. El velo de la luna nueva se retira como un párpado. Hay una curva de luz. Un cuchillazo de plata abierto en las entrañas de la noche. Han pasado las nubes, han pasado los vientos y las lluvias. Pero no es todavía la hora del carnero. La rueda del zodíaco inexorable gira, levanta el gran telón de las estrellas, la raya del equinoccio. En este planeta frío, hecho de barro y agua, donde mueren los hijos de los dioses bajo el signo tutelar del plenilunio, cuánta es la soledad en que vivimos. A cien mil kilómetros por hora y con esa guillotina suspendida, esa nívea cuchilla que se asoma detrás de tanta oscuridad, vamos huyendo de los soles. ¿Hacia dónde?

Guárdate de los idus de marzo.

(Correspondiente al miércoles 17 de marzo)