domingo, 6 de febrero de 2011

Olvidados Inolvidables


El próximo miércoles 9 de febrero, a las 20:30h en la Sala Cajasol de Sevilla se presenta el libro de Juan Antonio González Romano "Olvidados e Inolvidables", un compendio de ventiún autores rescatados de las catacumbas de la Historia de la Literatura, una imprescindible galería de personajes excéntricos y máscaras venecianas, entre la realidad y la fábula.

Lo ha editado SIM libros que principia así su colección de volúmenes ilustrados SIM/utpictura.

Lleva prólogo de Felipe Benítez Reyes, quien en sus "Vidas Improbables", -Premio Nacional de Literatura y Premio de la Crítica  en 1995, recientemente ampliado y reeditado en la colección "Palabra de Honor" de Visor- nos deslumbró con su virtuosismo apócrifo y la variedad de los registros líricos manejados. Haría bien el maestro de Rota en incorporar este libro a su Poesía Reunida, creo que hasta la fecha se ha resistido,  pues, como también demuestra Juan Antonio Gonzalez Romano en estos "Olvidados Inolvidables", no somos sino la sombra de una sombra, un yo que la escritura disuelve en mil reflejos.

La presentación correrá a cargo del poeta Jesús Cotta.

Por cierto que tendrá lugar en la Calle Laraña, enfrente del primitivo Colegio de los Jesuitas, por donde pasó el perro Berganza, ese apócrifo doméstico de Miguel de Cervantes, maestro del disfraz, y adonde Ioseph Jurado Bellincione (Sevilla, 1501; Valencia de Alcántara, 1584) acudía a consultar las tablas astrológicas y a discutir con los ilustrados hijos de San Ygnacio.

Alguna discontinuidad en mi árbol genealógico me impide confirmar si soy heredero de aquel erudito gentilhombre, cuyo retrato ha conseguido Juan Antonio González Romano rescatar del olvido.

Sevilla, 1501; Valencia de Alcántara, 1584
Ilustración de Ascensión Muñoz Carmona


1 comentario:

Juan Antonio González Romano dijo...

Muchas gracias, José María, por este recordatorio. En cuanto al parentesco, a mí no me cabe duda; te haré llegar unos legajos que pueden arrojar mucha luz en este aspecto. Estoy, además, especialmente satisfceho por el rescate de tu ancestro, todo un adelantado a su tiempo.
Un abrazo.

 
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