Sobre un tema de JMM
Yacen en las cunetas,
entre los escombros de los bombardeos
y la escoria de las fundiciones.
Moribundos y exhaustos,
sólo algunos prosiguen
por el abierto campo de batalla
y las largas columnas humeantes,
arrollados, a veces, por los ferrocarriles.
Son el sueño de Marx.
Al final del tablero, en la última hilera,
metáfora de la utopía
o de la desolación,
hay un Soviet Supremo reservado,
pero casi ninguno llega
y los pocos que alcanzan la Tierra Prometida
no saben gobernar
y se travisten
de pomposas zarinas o indolentes jinetes.
Y justo ahí se acaba la partida.
viernes, 11 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Me ha gustado mucho... y ese final no está nada claro; yo diría que es de las negras, si ellas mueven.
¡Mucho mejor este poema que el tema que lo inspira! Enhorabuena, José María.
Gracias, José Miguel.
Su generosidad me abruma, maestro. Mil gracias, Julio.
Subrayo con fluorescente a los blogueros anteriores.
Un abrazo
Muchas gracias, al menos miradme.
Publicar un comentario