domingo, 3 de abril de 2011

De la Musique

                                         A Napoleón

La Ópera no hay quien la soporte:
un gordo con su gorda dando gritos.
Capricho caciquil de señoritos,
¿qué hay en el Flamenco que me importe?

Gaiteros de la Costa de la Morte
y  jazzistas drogatas y malditos,
me provocáis bostezos infinitos,
parece que tocarais por resorte.

Me fatigan las divas y roqueros,
me fatigan solistas y fusiones,
por cansarme, me cansa un sonajero.

Y, entre tantos ruidos y canciones,
olvidé hacer mención de los boleros:
los boleros son tristes de cojones.

1 comentario:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¡Buen ejercicio! Pero la música, es la esencia de la teoría de las inclinaciones.
Un abrazo.

 
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