lunes, 27 de junio de 2011

En el mar amarillo

Para JSM y TRR

(De Arles a la Campiña)

Me he perdido esta tarde en un mar amarillo, eran altas las olas sobre las lomas febriles, el sol rompía a mis pies y todo era dorado. Los girasoles copian el rostro del dios que glorifican, cuando envejecen semejan oscuros candelabros, todavía dan luz. Así los soñó Van Gogh que pintó el mapa minucioso de esta marca: olivares hirsutos, trigales ominosos, metálicos cielos estrellados como otro campo azul de girasoles cuyos rastrojos rubicundos enrojecerán en la barba cobriza de Vincent por el otoño.

He dormido esta noche en el mar de las sombras porque las flores hundían la cabeza en el pecho para huir de la luna, pero yo cortaba los pétalos medrosos y tejía la corona de Copérnico para ponerla en el altar de los eclipses, para que todo fuera de color.

Que, traducido al japonés, viene a ser:

Gira el verano
sobre los girasoles
copernicanos.



1 comentario:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Mil gracias amigo.
Un fuerte abrazo.

La portada de "Libre de la tormenta" son girasoles.

Gracias.

 
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