Este es mi cuadro preferido de Caspar David Friedrich, el pintor que mejor supo captar la sensibilidad espiritual del romanticismo alemán, aunque no aparece casi nunca en las monografías dedicadas al autor. Es una obra pequeña, quizá la mejor del Museo Thyssen.
Le he dedicado el 7 de mayo, fecha de la muerte de su autor, en el Lector de Almanaques.
Mañana de Pascua
(Caspar David Friedrich)
Las
mujeres, calladas, contemplan el camino
que
se pierde en el páramo espectral y brumoso.
Esqueleto
del alma, los árboles desnudos,
como
dos urnas negras, enmarcan el paisaje.
Y,
aunque las ramas tienen algunos brotes tiernos,
no
pueden impedir la profusión de espinas.
Bajo
la luz dudosa del recuerdo de un sueño
se
esfuman a lo lejos ciertas sombras extrañas.
Todo
es simple y solemne como el astro radiante
que
enciende en el espacio una pálida hoguera.
Por
su altura en el cielo debe de ser la luna,
parece,
sin embargo, un sol recién nacido.
Pero
no canta el gallo y aún dormitan las bestias.
¿Amanece?
¿Anochece? Algo está sucediendo.
La
muerte esta mañana es débil e imprecisa,
el
frío está pintado de forma minuciosa.
Además del archiconocido cuadro del "Caminante ante un mar de niebla", es también fascinante el "Monje a la orilla del mar" que prefigura a Munch y a las vanguardias. El poeta Santos Domínguez le dedicó un poema mayor en su "Luna y ciencia nocturna", recogido en sus recientes antologías "Plaza de la palabra" y "Las alas del poema".
En relación al romanticismo, que no se ha marchado nunca del arte occidental, es muy recomendable el libro de Rüdiger Safranski: "Romanticismo, una odisea del espíritu alemán", de cuya lectura estoy disfrutando muchísimo y en cuya portada aparece, cómo no, otro cuadro de Friedrich.
11 comentarios:
Más misterioso aún que ese sol o luna, querido José María, es que el destino me haya deparado el raro privilegio de ser el primero que comente tu magnífico poema, del que, si tuviera que quedarme con sólo un dístico escogería, dando por buena la amputación, el cuarto: "Bajo la luz dudosa..."
Gracias.
Hola José María, por fin me he acordado que dejabas aquí tus poemas y qué sorpresa me acabo de llevar leyendo tu fantástico poema. Me ha encantado, consigue captar esa delicadeza imprecisa del cuadro de Friedrich -que tal vez le distingue de otros de sus cuadros, al ser menos obvio y más inquietante-. Además suena con una cadencia perferctamente ajustada al tono, con unas enes y emes y unas eses en otro momento que le dan un juego suave que me ha parecido precioso -siento parecer cursi-. Lo único que me extraña es que me rechina un poco el pálida delante de hoguera, no sé si por ser un sintagma más forzado funcionando como epíteto o quizás más bien por ser un acento que se me atraganta en ese momento del verso. Es una pequeña tontería, el resto me ha parecido tremendo dentro de su elegante contención. Lo he leído varias veces en voz alta y sigo teniendo ganas de releerlo. Curiosamente he leído en el blog de Pablo que había seguido tu consejo y que confió en tu manera de escribir en vez de la mía. Y en una cosa sigo estando en desacuerdo, que el resultado sea igual, sigo siendo romántico y creo que sólo accedemos a grandes poemas cuando estamos especialmente expuestos e inmersos en el lenguaje. Claro que tú siempre estás inmerso en el lenguaje gracias a tus poemas y tu blog. El otro punto todavía no lo tengo claro, pero vas y sacas un poeta así, y no sé... tal vez me equivoque un tanto -pero sólo un tanto-. Un abrazo, y gracias por el poema.
Mil gracias, Antonio. Góngora al fondo "pisando la dudosa luz del día".
Gracias, Alberto por el análisis, tendré muy en cuenta tus observaciones, mil gracias.
Enhorabuena por el poema, José María, "Todo es simple y solemne..."
Y tomo nota del libro de Safranski, últimamente estoy inmersa en la relectura de los románticos ingleses. Buen complemento para mí (y muy interesante entrada).
Gracias, Olga. Ya queda menos para el inkling maño.
Parece que el mismo hermoso cuadro nos ha inspirado una poema; son diderentes pero se complementan bien. Gracias José María! https://blocdejavier.wordpress.com/2015/04/04/manana-de-pascua-friedrich-1933/
Gracias, Francisco Javier, por la referencia, este poema se publicó en el libro "Una copa de Haendel" (Siltolá 2013), por si quieres completarla. Bienvenido y enhorabuena por tu poema.
Que malo no me apareció lo que busque 😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠
Cómo????
No me apareció lo que buscaba
Y qué buscaba??
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