(Con Jorge Manrique y con Valdés Leal)
Los placeres y dulzores de esta vida trabajada que tenemos, no son sino corredores, y la muerte, la celada en que caemos. No mirando nuestro daño, corremos a rienda suelta sin parar; desque vemos el engaño y queremos dar la vuelta, no hay lugar.
«No tengamos tiempo ya en esta vida mezquina por tal modo, que mi voluntad está conforme con la divina para todo; y consiento en mi morir con voluntad placentera, clara y pura, que querer hombre vivir cuando Dios quiere que muera es locura.
Quedan 40 días para la estación de las lluvias...
4 comentarios:
Buen pórtico, José María: a la espera de las lluvias.
sic,
un abrazo
¿Y no será mejor que llueva antes? Por variar...
Nunca llueve a gusto de todos.
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