lunes, 19 de marzo de 2012

1812

¡Qué alegría cruzar en calesa la Alameda de Cádiz bajo la luz atlántica de primavera! Los diputados de ambos hemisferios pasan con una flor de ultramar en la solapa. Hay eclesiásticos, censores, militares fenicios y, detrás de cada abanico, los ojos liberales de una maja desnuda. ¡Viva la Pepa! Al otro lado de Puerta Tierra truena la artillería de los franceses y laten los Episodios de Galdós: las velas de los barcos ingleses custodian la Tacita de Plata como una bandera de Trafalgar. ¡Con las bombas que tiran los fanfarrones se hacen las gaditanas tirabuzones!

(La noche, fernandina y torva, se cierne sobre España como una pintura negra, de las Cabezas de San Juan a La Coruña brillan los pronunciamientos como luminarias efímeras. Los cien mil hijos de San Luis han cruzado los Pirineos y en la Plaza de la Cebada están ahorcando a Riego ante una multitud alborotada, ni justa ni benéfica.)


5 comentarios:

Fernando Moral dijo...

Qué magnífico escenario. Ya solo falta que la voz directora de la Historia grite "Acción".

Un abrazo.

Mora Fandos dijo...

Preciosa escena, tan plástica y sugerente.

José María JURADO dijo...

... y que se llame Spielberg...

No te vi en el via crucis de la Lanzada.

José María JURADO dijo...

Gracias, José Manuel.

Quise felicitarte por las fallas, la pena de que vuestra fiesta se acabe se compensa porl alegría de que empiezan las nuestras... lluvia aparte.

José María JURADO dijo...

Ah, José Manuel, y por tu Santo, claro.

 
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