martes, 3 de abril de 2012

Lunes Santo


La lluvia ha derrumbado los siglos. Se desmorona la reja, la espadaña, la mampostería armónica del siglo de las luces, el joyel del barroco y su imprecisa adoración extasiada. Un lento tenebrario alumbra apenas una angosta ojiva de piedra, los caballeros veinticuatro, espadas y corazas, capas negras, salen lentamente hacia el antiguo zoco. Hay nieve de Castilla sobre las altas torres, sopla el cierzo, a lo lejos retumba la esquila de la lepra. Las antorchas avanzan por la honda tiniebla y el fango de las calles. Al paso del cortejo las mujeres y los niños se ocultan tras las puertas, selladas con el estigma verde de las cinco llagas. Bajo un relicario de plata martilleada fulge el leño sin desbastar.

La Vera Cruz.

No hay comentarios:

 
/* Use this with templates/template-twocol.html */