La luna llena es una amapola
blanca donde se queman los ojos de las falenas. Astas de sol, miel del naranjo,
a través de un campo de adormideras transita hacia la noche la ciudad
narcótica. No es la luz quien la anega, el cielo ha mudado sus escamas violetas y la
gran serpiente fluye por las callejas tornasoladas. Todo es un trampantojo, un
sublime guiñol. ¿Quién puso un racimo de cardos en las manos del alba? Al filo
del silencio hay un fagot y un oboe que lloran, y pesadas cadenas que se
arrastran. Dejan un rastro de sangre, roja como la cresta del amanecer.
jueves, 3 de mayo de 2012
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1 comentario:
Buenas, soy administrador de Blogueros de Sevilla. Rogaria si tiene a bien, me enviase la dirección de su correo electrónico junto a la sección donde tienes dado de alta su Blog a cm@bloguerosdesevilla.com para poder remitirle información. Gracias.
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