martes, 11 de julio de 2017

Un patio

Sobre la blanca costra de este muro
una cresta de sol y viento altivo,
a lo lejos, el mar de los olivos
y la costa de sal y el cielo puro.

Esta luz andaluza, rayo duro,
claridad de los muertos y los vivos,
combate en los zaguanes pensativos
las hondas andanadas de lo oscuro.

El cristalino acento de la fuente,
rana de barro y patriarcal helecho
amplifica las horas lentamente.

Un alto limonero alza su techo
de frutos amarillos y turgentes,
y un jugo amargo cae sobre mi pecho.

Limonero, JMJ, junio 2016

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizá mejor Una cresta de sol y viento altivos?(tanto el sol como el viento pueden serlo, y mantiene la consonancia). En el penúltimo verso no sé de que manera pasaría el turgentes a singular, por el mismo motivo

José María JURADO dijo...

Querido y anónimo amigo, gracias por sus aportaciones.

He considerado la primera sugerencia, pero me temo, lastra la lectura y el significado, pues no es lo mismo:

"una cresta de sol(;) y viento altivo" que "una cresta de sol y viento altivos" que siendo correcto no funciona bien en el oído que detecta un plausible error, ya que no estaría mal decir "una cresta de sol y viento altiva"

Respecto a lo segundo, no creo que merezca la pena la corrección, hace tiempo que en las rimas consonantes (que cada vez publico menos en mis libros) no considero la s final, cuestión que el oyente no percibe, hay varios ejemplos en la práctica magistral (:-) )pero es que además cuanto más larga es la palabra menos distinción y más en la zona de Andalucía y Extremadura, donde el plural es aspirado.


planseldon dijo...

Magnífico soneto JMJ, y sabes que yo no peloteo. Bravo!

José María JURADO dijo...

Me consta, Carlos y lo aprecio muchísimo.

planseldon dijo...

Hoy he comido con mi padre y le he recitado el poema. Sabrás que él es andaluz, de Linares, y aunque de niño le pilló la guerra en Segovia y allí se quedaron, precísamente por eso, siempre le quedó un gran apego a su tierra natal y un gran orgullo. Hoy, con 87 años, aunque ya no puede andar, la cabeza la tiene totalmente lúcida, gracias a Dios; me lo traje a mi pequeña ciudad castellana y lo cuidan muy bien en un asilo, donde se dedica a la lectura (ahora está con Galdós, leyendo las obras completas y va por el tercer tomo, y con Tito Livio) y a ver cine y deporte en la tv. Tu poema le ha emocionado profundamente, igual que a mí.

José María JURADO dijo...

Emocionado quedo yo. Gracias!!!

 
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