La batalla de la Barrosa

Desde la célebre y al cabo infructuosa "Batalla de la Barrosa" ningún contingente militar o turístico había tardado tanto como nosotros ayer en llegar a Chiclana desde Sevilla. Creo que la desorientación estuvo motivada por usar cartas geográficas de las guerras napoleónicas, inglesas y falaces, en vez de echar mano de los mapas del Real Observatorio de San Fernando.

Dado que, como podéis suponer no es la primera ni la segunda vez que hemos puesto rumbo a Cádiz, la Isla y los Puertos (este hemisferio del Cosmos siempre está al sur de nuestros corazones) y puesto que la desorientación estuvo precedida por el vuelo rasante de varias avionetas en la Autopista de Peaje, lo que siempre es presagio de funestos sucesos, aventuro al menos dos hipótesis más para entender lo sucedido:

I.-Que en la base de Rota los americanos estuvieran jugando al Triángulo de las Bermudas con el campo magnético lo que me consta forma parte de sus maniobras regulares y causa de los múltiples extravíos que se dan en toda la provincia de Cádiz.

II.-Que Googlemap tuviera un interés especial en que cartografiáramos a su servicio Las Salinas de San Fernando, los Caños de Puerto Real, toda la Bahía y parte de la Ruta del Toro, pues acabamos bajando por los agrestes parajes de Medinasidonia, después de circunnavegar esa anomalía Geográfica llamada Jerez de la Frontera, único lugar del mundo al que conducen, como a un Maelstrom, un millar de carreteras, autopistas, autovías y carriles de incorporación paralelos y concéntricos.

Durante la expedición fuimos perseguidos, eso sí, por cientos de lanzaderas y naves espaciales, que otros llaman molinos de viento y que aunque asustaban al principio terminaron por darnos compañía.

Afortunadamente llegamos al destino antes de que empezara la quinta glaciación. En la Barrosa nos esperaban "la caudalosa amistad", el mar, la playa y la paella, la poesía y una maceta de albahaca que pusimos en agradecimiento por esta singladura -que deja en pañales los viajes de Telémaco en pos de su padre Ulises- a los pies de Hércules en el templo de Melkart, en el Castillo de Sancti Petri, único referencia estable de estas costas.

PS: En los próximos días tengo previsto fletar una expedición furtiva a la cementera de Holcim en Jerez, pues vista su enorme bóveda titánica desde una carretera comarcal de tierra albariza, circulación restringida y, probablemente minada, estoy seguro de que alberga un enorme sarcófago de hormigón con los restos de los OVNIS de Roswell, el Arca de la Alianza, el Grial y otros tributos fenicio