Estoy sentado aquí, junto a tu tumba,
frente al campo extremeño que tanto amaste siempre.
Hace frío y las nubes
anuncian nuevas lluvias, días grises:
el invierno que viene será duro.
Alguien ha hecho una hoguera,
ningún incienso puede compararse
al cálido sahumerio de estas ramas
mientras cae la tarde entre olivos y encinas.
Me gusta estar aquí, contigo,
lejos del ruido de los hombres,
en paz con el paisaje y con la muerte
tan llena aquí de vida.
Ahora comprendo a esas mujeres,
con sus tiestos de lata y sus flores de plástico,
con sus negros ropajes y velones,
que hacen de esta visita una costumbre
diaria como el pan de cada día.
Tampoco yo quisiera irme,
de este lugar del mundo que cobija
las cenizas doradas de tu amor.
Es en el vencimiento donde todo se explica,
hay que acabar al fin para entenderlo todo.
Imagen: JMJ Cementerio de Escurial, Cáceres, enero 2017 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario