Conocía la trama, claro, ya de por sí impactante, incluso al margen de su época, pero hasta ahora no había tenido oportunidad de acceder al texto en español de esta obra que con tanto éxito se representó durante las transiciones españolas, la de Madrid y Barcelona, que ahora sabemos que eran distintas.
A nadie puede dejar indiferente esta descarnada disección de la moral burguesa. En los últimos años Artur Schnitzler es uno de mis autores de cabecera, por la perspicacia con la que plantea y resuelve, sobre un marco siempre contenido de Belle Époque los más complejos y freudianos conflictos de eros y tánatos.
No pasa el tiempo por su obra y buena prueba de ello es que la celebrada película Eyes Wide Shut de Kubrik no es sino una transcripción fidelísima de la Traumnovelle de A. Schnitzler, porque la Viena del novecientos ya era la Nueva York del 2 000.
Son ochenta páginas de bellísima sordidez.
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