Nos dice: no es el final y si es el final, ese final no importa.
Si es el hombre no muriese no habría arte.
Detrás de la belleza, agazapadas, están la luz o la tiniebla.
Y esta es la gran pregunta, todo o nada.
Por eso el arte, el arte verdadero, es siempre tan bello como triste, tan melancólico como alegre.
Porque imita a la vida o es la vida.
Y es la muerte.
Detrás de la belleza, agazapadas, están la luz o la tiniebla.
Y esta es la gran pregunta, todo o nada.
Por eso el arte, el arte verdadero, es siempre tan bello como triste, tan melancólico como alegre.
Porque imita a la vida o es la vida.
Y es la muerte.
Arnold Blockin: La isla de los muertos |
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