Viento del ser, condúceme hasta el claro
del bosque por senderos de palabras y hojas
tamizadas de luz y de conciencia pura.
Viento del ser, concédeme el lenguaje
ligero de los pájaros, la rama
donde mirar al sol para aguardar la noche
y hundirme en el crepúsculo de Dios.
Derriba la cabaña del pensar,
viento del ser, que todo sea acción,
acción y voluntad fundadora del mundo.
Tú que agitas las copas de los árboles
sacude nuestra angustia al filo de la muerte
y extiende nuestro tiempo más allá del abismo.
3 comentarios:
Belleza pura, ontológica, primitiva. Gran poema. Saludos.
Gracias Ángelus, por error no he visto el comentario sino hasta hoy. Gracias !!!
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