Bajo el arpa lejana de la luna, casi llena y rasgada por las nubes, la
Iglesia del Salvador es un piano vertical. Rosa de resonancia y fuego breve, el ala de la
música se ha posado sobre la escala marfileña de los cirios en flor, sobre las
negras teclas del ruan. Suena Chopin. La marcha fúnebre. Y yo aprieto la mano de mi
hija mientras la Virgen de los Dolores ha
borrado los míos. Hoy estallan las
bombas en Bruselas, omnium fortissimi sunt Belgae, “de todos, los más fuertes son
los belgas", dijo Julio César cuando estuvo en las Galias combatiendo a los
bárbaros; Julio César, a quien la leyenda atribuye la construcción de la
invisible muralla de esta ciudad narcótica. Pero, ¿podrá el Amor, alzar por fin la inexpugnable escala de nuestra salvación?
Las Penas de San Vicente a su paso por el Salvador, fotografía JMJ |
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