domingo, 9 de mayo de 2021

Isabel y la alegría


No ha sido la campaña de la libertad, sino la de la alegría.

Mientras la Moncloa bendecía a un cura revenido como candidato, a quien daba miedo acercarse no te fuera a soltar una colleja, y cuyo heráldico mote era "soso, serio y formal", o sea un triste.
Mientras la derecha macarra reclutaba skinheads entre las castizas pandillas de los bajos fondos, rivales de los menas, y la madre superiora te arreaba pellizcos, conminándote a abandonar el plató de la high society.
Mientras las naranjas ciudadanas, un día catalanas y alegres, se pudrían bajo el moho alargado de las mociones de censuras, esas verbenas.
Mientras el pollo de la coleta retorcía sus gestos y pegaba la bronca a todo bicho contribuyente, una felicidad.
Mientras la doctora proletaria nos explicaba a todos lobuenamadre que era, y que cuando ella gobernase habría que ponerse polainas para entrar en casa.
Mientras Madrid y España estaban agotadas de arrastrar los pies tras la pandemia y las vacunas se inoculaban a cuenta gotas, he aquí que la campaña de Isabel Díaz Ayuso no proponía más que la alegría.
La alegría difícil de trabajar, la alegría de vivir, la alegría del ser.
La izquierda es alérgica a la alegría, como lo es la derecha explosiva, porque la alegría vacuna contra el odio que es lo que al final las mueve.
La gente está cansada de odiar, de culpar, de sufrir y necesita esperanza.
Isabel Díaz Ayuso es espontánea, cada vez que sus adversarios han pretendido ridiculizarla por sus errores, la han engrandecido. Existe una teoría psicológica que afirma que la reacción natural frente a los fallos concita el cariño de la gente y, de alguna manera, esto sucede con IDA.
Como el nivel público está bajo mínimos y hay apenas existen referentes basta una mínima resistencia moral, no desfallecer ante las asechanzas de la Moncloa, para hacerse respetar.
La política en España es el arte de la falsedad e IDA no es ajena a estas artimañas, pero en su caso no lo parecen. Si Johny Guitar decía, "miénteme, dime que me quieres", los madrileños se han dicho, aquí mienten todos, pero de ella me lo creo.
Lo hemos dicho, ningún líder asociado a la pandemia sobrevivirá a su resaca, si IDA lo ha hecho es porque ha representado justo lo contrario: la voluntad humana por superar las adversidades.
Este es mi consejo para los partidos en la desesperada lucha por sus candidatos: apuesten por la alegría, porque como escribió José Hierro en un poema imperecedero:
"Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe,
por el dolor, allá en mi reino triste
un misterioso sol amanecía"


Imagen: La alegre pareja, 6 de mayo 2021


No hay comentarios:

 
/* Use this with templates/template-twocol.html */