miércoles, 15 de octubre de 2008

Grandes de España

¿Maja o majadera? de los tapices de la Real Fábrica, dulce rondeña, a los aguafuertes de Goya, monstruo de la razón, la pregunta rebota cansinamente de una televisión a otra por palacios, latifundios y "majadas" sin expropiar. A mí, tanto me da, pero de tantas grandezas, de España y de edad, me ha llamado la atención que afeen en el consorte ducal la falta de casta y su condición de Funcionario de la Seguridad Social. ¿Acaso con la que está cayendo no equivale un funcionariado a cuatro canonjías, cinco prioratos y sabe Dios cuántas encomiendas? ¡Y de la Seguridad Social! Que debe de ser como el Toisón de Oro o la Orden de la Charretera del Funcionariado. Los nobles, según se sabe, proceden de algún remoto lance en que su sangre, más o menos arteramente, se distinguió en el servicio de algún Rey más o menos honrado. Los funcionarios, una vez se baten triunfantes en el duelo de las oposiciones, conquistan las armas y no hay revolución que deponga sus blasones. No es necesario acudir a los genealogistas para certificar esta forma moderna de la sangre azul, una firma, también Real, por cierto, acredita mote, escudo y filiación ministerial. Lástima que no sea hereditario porque hay que estudiar mucho, según se sabe, para alcanzar tan prodigiosa condición. A mí, que quieren que les diga, entre ser Grande de España y ser funcionario, tal y como está el panorama financiero y con el Gotha apolillado y sin fondos, me quedo con el funcionariado. La clase gloriosa llamada a sostener en los próximos meses el consumo interno del país y de El País. Yo, que soy funcionario consorte, nieto de funcionario, de madre y padre funcionario y que, además, trabajo en una empresa pública podría, según una sencilla traslación, ser cinco veces Grande de España. Pero no, me he quedado al borde del curato. ¿Por culpa de qué ley de sucesión? Aunque como dijo Manuel Machado, "no se ganan, se heredan, elegancia y blasón", y por eso paseo con orgullo mi condición de hijodalgo bajo los desplomados índices bursátiles: mañana empiezo a estudiar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Por cierto, deberías poner un enlace a tus poemas en la cabecera de este blog, o en algún sitio que se vea bien, como has hecho en el de Ilión.

José María JURADO dijo...

Gracias por todos tus comentarios Plasendoln, creo que tienes razón, lo haré. Aunque dejar limpio de enlaces y trucos este blog era parte de la voluntad de austeridad toscana.

Anónimo dijo...

Eres noble por ser poeta. Y ojalá que ese blasón se herede.

alelo dijo...

Este post está bastante bien. A ver si lo leen algunos que yo me sé, que les hace mucha falta.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Literariamente los Grandes dan más juego que los funcionarios. Un abrazo

Juan Ramón dijo...

A lo mejor tampoco necesitas estudiar. Un buen carné del partido y la adhesión al credo de lo "políticamente correcto" para moverse en los ambientes culturales donde se corta el bacalao pueden servir para medrar.

 
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