El jueves por la tarde, casi abril.
La mañana del viernes, pleno mayo
que anochece con junio y suave estiaje
y amanece en los sábados de julio
con ocasos de agostos africanos.
Domingo de septiembre y sol dorado
se va poniendo octubre en el almuerzo,
convoca a los difuntos de noviembre
mientras gimen tristísimas las horas
hacia el diciembre de la madrugada
y el descarnado enero de los lunes,
cuando el invierno laborable nieva
sobre el viejo febrero de tu vida
al que un viento de marzo arranca hojas.
Quizá el hipotético lector habrá observado la indisponibilidad del enlace www.jmjurado.org, que ahora redirecciona automáticamente a esta columna, mientras resucitamos el LECTOR DE ALMANAQUES, valga este calendario universal.
jueves, 23 de septiembre de 2010
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7 comentarios:
No, no , no he notado nada, pero me parece hermoso y cierto ese almanaque,
eutelia
Gracias, Eutelia.
No nos llames hipotéticos, hombre, que suena muy mal, y además me recuerda mi nada hipotética hipoteca. El poema, además de original, me ha gustado mucho.
Se escapa el tiempo, queda el poema; y nosotros, por un tiempo, lo leemos y lo hacemos nuestro.
Suerte con la resurrección;-)
Gracias Olga, José Miguel, ¿quién no está "hipotetizado"?
Ay! poco que comentar a
tus poemas, o mejor nada que escribir cuando tu escribes.
Por cierto yo no estoy hipotetizado, vivo de alquiler.
Un abrazo
¡Ay, Ramón, si todos hubieran alquilado...! La economía funcionaría. Gracias. Un abrazo.
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