Como a la gota de ámbar sobre el fruto maduro, henchido por el sol y por las últimas lluvias del estío, cuando congrega junto a sí a las doradas abejas, o como a esa brisa de mármol que a través de los siglos desciñe dócilmente los pliegues de una túnica sobre un cuerpo de nieve y todavía cautiva la mirada: Verdad y Belleza. Así, más breve que las flores que rodean tu lápida, pero eterno como la ciudad en que reposas, lo mismo que un cometa o una estrella fugaz, contemplamos serenos tu palabra escogida y libamos de ella. No naciste para la muerte, aquí no figura tu nombre: el canto preexiste y permanece, es el fuego sagrado que las almas avivan sobre el altar del tiempo, donde el yo se desprende hacia algo más grande e impreciso, forma pura y urna funeraria, cadencia de la tarde en un lugar de Roma.
Tumba de Keats en el Cementerio Acatólico de Roma.
("Oda a un ruiseñor", final del la película "Bright Star")
4 comentarios:
"A thing of beauty is a joy for ever..." Keats, siempre Keats. Gracias por recordarlo.
Antonio gracias a ti por traducirlo magistralmente.
Keats, para mí el mejor de la segunda generación de románticos. Buen recuerdo, José María.
Gracias, José Manuel, más allá de las mixitificaciones borgianas, yo estoy empezando a apreciarlo más ahora, por la raíz profusa, quizá shakespeariana, dicen, de su lenguaje. Yo tengo debilidad por Shelley, así que dejémoslo en tablas, o sea en "Adonais", la más hermosa elegía jamás escrita en inglés, me parece.
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